Cuidando el planeta

El cosmonauta ruso Yuri Gagarin fue el primer ser humano en viajar al espacio, el 12 de abril de 1961 a bordo de una pequeña nave. En esa travesía espacial Gagarin pudo contemplar la Tierra a través de la ventana de la cápsula donde viajaba. Quedó impresionado. El registro del vuelo grabó las siguientes palabras del piloto de 27 años: “Pobladores del mundo, salvaguardemos esta belleza, no la destruyamos”.

Gagarin quedó cautivado ante la belleza, la magnitud y la perfección del planeta Tierra. También la Biblia define el planeta Tierra como algo bello y en el libro de Génesis podemos leer como Dios contempló todo lo que había hecho y vio que era muy hermoso. (Génesis 1,31). Este relato de Génesis también nos incluye a los seres humanos como parte de esa obra hermosa. Pero lo cierto es que, cada vez a pasos más acelerados, estamos actuando como si no formáramos parte de ella y además la estamos estropeando.

Hoy ya es más que evidente que nuestro planeta está en riesgo. El cambio climático es una realidad a la que tenemos que hacer frente. Por eso también es cada vez más necesario tomar conciencia de esta realidad, y de la responsabilidad que tenemos para con este planeta que es nuestro hogar.

La Biblia señala que el ser humano fue hecho responsable de gobernar sobre el resto de la creación, así lo podemos leer en Génesis 1,27-28: Dios creó a los seres humanos a su propia imagen, y los bendijo diciendo: “Llenad la tierra y gobernad sobre ella”. Sin embargo hemos hecho de esta gobernanza un poder autoritario para utilizar y usar el planeta a nuestro antojo sin pensar en las consecuencias y sin hacernos responsables de estas. Gobernar en ningún caso puede ser sinónimo de someter; Pero también hemos perdido de vista que este planeta es nuestro hogar, un lugar donde echar raíces. El sociólogo Zygmunt Baumann dice que las personas de hoy son como turistas y vagabundos, lo que produce un desarraigo global de consecuencias desastrosas: Si no hay hogar, no hay lugar que cuidar.

Hoy, como escribe Pablo en la carta a los romanos, la creación gime a una y anhela profundamente esperando la manifestación de los hijos de Dios (Romanos 8,22 y 19). Puedes sumarte a cualquier organización o movimiento ecologista, hay muchas que hacen un trabajo encomiable y muy necesario. Yo ahora quiero animarte a hacer la pequeña parte que te toca, quiere animarte a cuidar este planeta, a que cuides tu hogar, nuestro hogar, y a pensar en la responsabilidad que Dios te ha dado. Yo, como seguidor de Jesús, no tengo dudas de que Dios nos ha puesto en este mundo desarraigado y algo estropeado para conocerlo, cuidarlo y seguir haciéndolo hermoso. Creo en un Dios que nos ha dado instrucciones para saber cómo hacerlo y que mantiene su promesa de restaurar toda la creación; que llegará el día en el que, como leemos en Isaías, en todo su monte santo no habrá nada que destruya o haga daño, porque así como las aguas llenan el mar, así también la tierra estará llena de gente que conocerá al Señor (Isaías 11,6-9).

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